Propuse a mis amigos hacer una sesión de espiritismo, para cambiar de las eternas tardes al restaurante y cojeas por las noches. Para provocar nuestra cita con los espíritus, preparamos esta sesión en el antiguo hospital psiquiátrico de la ciudad. Está abandonado y hemos que oido que centenas de fantasmas frecuentan este lugar.
Éramos cinco. Dibujamos un pentagrama en el suelo, con arroces rojos. Habia música de la película al exorcista y colocamos una vela en cada extremidad del símbolo. Luego nos sentamos por todos lados, con algunos cojines.
Mirábamos por todos lados de nosotros, y un escalofrío yo recorrio. Segia sonando esta música, pero de repente algo más... Oimos como una voz muy grave, pero no comprendíamos lo que decía. Luego una voz como una pequeña risa satánica, y burlona... ¡ Mi amiga lloraba, pero la última vela se apagó, y la música se recuperó en el camino, y como por magia, la luz del hospital se encendió, y el arroz no formaba más un pentagrama, sino un remolino!
Huímos a toda velocidad, los ruidos de pasos y los gritos eran cada vez fuertes. Pero cuando llegamos a la salida la puerta estaba cerrada. Volaban jeringas alrededor de nosotros. Finalmente apage la última vela y todo se paro. Salimos del hospital y acompañé cada una de mi amiga a su casa.
Pero cuando volvi a tomar el volante para volver a mi casa, con miedo, vi un hombre que me seguía, era blanco y tenia la cara demacrada. Supe que había venido para vengarse y matarme...